Se ubicó en el rango anticipado por el Gobierno de la Ciudad, del 1,8%, y muy por debajo de las expectativas del mercado
Muy por debajo de lo anticipado por las estimaciones privadas, la tasa de inflación de julio a nivel nacional se aceleró respecto del 1,4% que se había registrado en junio, pero se mantuvo por debajo del 2%, como había acusado un año atrás.
En un mes en que el tipo de cambio libre subió 6,3%, un aumento del promedio de precios al consumidor del 1,7%% no aparece como tan mala noticia; aunque prevalece en el mercado la duda si el traslado de ese efecto ocurrirá en agosto.
El traslado a precios de la suba del 6,3% del tipo de cambio fue inferior a un tercio
Los aumentos más significativos se localizaron en Salud con 3,3%, por el aumento autorizado en los servicios de medicina prepaga; y los estacionales vinculados con las vacaciones de invierno que impulsaron sendas subas promedios de 3,6% en el valor de los servicios de «Recreación y Cultura»; y 2,6% en «Restaurantes y Hoteles».
También se encarecieron en el rango el 3% las bebidas alcohólicas y tabaco, mientras que los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas se elevaron 1,1%; y en prendas de vestir y calzado el Indec registró deflación de 1,2 por ciento.
La baja estacional del 17,3% del precio del tomate, y de la fruta cítrica entre 4,3% y 3,2%, fueron claves para provocar una modesta suba del conjunto de los productos estacionales en 0,5%; muy lejos de la inflación núcleo que fue en julio de 1,8 por ciento.
La distribución regional de la inflación mostró una dispersión de 0,3 puntos porcentuales, con un pico de 2% en el área Pampeana y entre 1,3% y 1,5% en el Noreste, Noroeste, Cuyo y Patagónica.