La divisa aceleró el alza en julio y alcanzó los $529 para la venta, un nuevo máximo nominal. La inflación, la escasez de dólares y la incertidumbre política incentivaron la suba
El dólar libre tocó hoy los $529, un nuevo récord nominal, para cerrar la semana a 528 pesos. En julio el billete superó la barrera psicológica de los 500 pesos y ahora anota un incremento de precios de 35 pesos o un 7,1% en lo que va del mes.
La suba de cotización del dólar libre debía producirse inexorablemente en el corto plazo, dada la dinámica general de los precios que tienden a subir en todos los órdenes, pero, sobre todo, porque los fuertes fundamentos alcistas para el “blue” no dejaron de estar presentes a pesar de la “lateralización” de los últimos tres meses y aún podrían potenciarse en esta segunda mitad del año.
Seis motivos de la escalada del dólar
1) Muy alta inflación. La emisión monetaria de los últimos cuatro años, como consecuencia del déficit fiscal que solo solo en parte se financió en el mercado, impulsó la inflación doméstica que ya transita a un ritmo del 115% anual. En el primer semestre de 2023 el IPC del INDEC avanzó un 50,7%, una tasa que se replica en la suba del dólar oficial (+52,1%, a $269,45) y ahora también en el dólar libre (+52,9%, desde los $346 del cierre de 2022).
2) Sobran los pesos. En concepto de Adelantos Transitorios que el Banco Central envía al Tesoro se emitió en las últimas tres semanas $1,28 billón, un cálculo en el que se incluyen los $688.000 millones girados del 30 de junio -para comprarle yuanes y DEG al BCRA para afrontar el pago al FMI- y otros $400.000 millones el 7 de julio -$260.000 millones para comprarle dólares al BCRA para pagar cupones de Globales y Bonares, y $140.000 millones para cubrir necesidades fiscales-. La asistencia monetaria directa acumulada en 2023 trepa a unos 2 billones, más que el doble de la meta de emisión de $883.000 millones comprometida en el acuerdo de facilidades extendidas con el FMI.
Si a esta emisión sin respaldo para financiar el déficit público se le suman los pesos emitidos por el BCRA para intervenir en el mercado de bonos y sostener las cotizaciones, la emisión monetaria se aproxima a los $4 billones o un 2,2% del PBI en lo que va de 2023. Esa masa de dinero en el mercado termina impactando directa o indirectamente en una mayor demanda de divisas y en la suba de los precios.
3) Faltan los dólares. En simultáneo con la expansión monetaria se produce otro fenómeno alarmante: el del desplome de las reservas internacionales del BCRA, que son el respaldo de los pesos emitidos. Las reservas brutas del Banco Central se redujeron el jueves en USD 59 millones y concluyeron en los USD 25.439 millones, un nuevo mínimo desde el 28 de enero de 2016. En el transcurso de 2023 este stock de activos, que son el respaldo de los pesos en emitidos, exhibe una caída de USD 19.159 millones o un 43 por ciento.
Por otra parte, el BCRA tiene que efectuar ventas de contado día a día para cubrir la oferta de divisas en el mercado de cambios. Desde que empezó el 2023 el balance del BCRA por la intervención cambiaria es negativo en USD 4.444 millones, y en lo que va de julio, el BCRA lleva efectuadas ventas netas en el MULC por unos USD 1.377 millones, según datos sujetos a ajuste.
4) Cobertura electoral. En 2023 hay elecciones presidenciales. La perspectiva de un cambio de política económica con flexibilización de las regulaciones cambiarias le da mayor margen a la suba del tipo de cambio, lo que se define como devaluación o “salto discreto” del dólar oficial. Esta especulación, donde ya no se discute una eventual devaluación, sino la magnitud de la misma, incentiva las apuestas por un dólar más caro, lo que convalidará próximas alzas.
5) Descalabro fiscal. Parece inevitable que el Tesoro deba recurrir a la emisión monetaria para cubrir el “bache” fiscal. Esos pesos que circulan sin respaldo terminan amplificando la suba del dólar en los segmentos libres.
Las cifras son muy negativas: el Tesoro registró en junio un déficit primario de $611.743 millones (USD 2.383 millones al tipo de cambio oficial), lo que implicó un incremento del 90,2% respecto al resultado negativo de junio de 2022. Asimismo, Economía informó que en el sexto mes del año registró un déficit financiero por $708.603 millones (USD 2.769 millones), con un alza interanual del 78,7 por ciento.
Así, en el primer semestre del año, el Estado nacional acumuló un déficit fiscal de 1,88 billón de pesos (USD 7.322 millones), frente a un saldo negativo por $755.976 millones (USD 2.700 millones) en igual período de 2022. El Palacio de Hacienda atribuyó este resultado a los efectos de la sequía que padeció el país en los últimos meses, con una fuerte caída en la recaudación de tributos por exportación de productos agroalimentarios.
6) Incertidumbre por el FMI. Los desembolsos del organismo multilateral de crédito ayudaron a apuntalar los activos del BCRA en los últimos cinco años, pero el incumplimiento de todas las metas del acuerdo -de reservas, monetaria y fiscal- en este segundo trimestre de 2023 pone en duda el respaldo del Fondo a la política económica que viene llevando adelante el presidente Alberto Fernández y su ministro y ahora candidato Sergio Massa.
Con reservas en “picada”, un salvataje del organismo es imprescindible para que el dólar no se dispare, pero un entendimiento para recalibrar las metas del vigente acuerdo de facilidades extendidas viene aplazado y sin fecha a la vista. Esto constituye un enorme obstáculo para la solvencia del BCRA: en lo inmediato resta pagar al Fondo la suma USD 3.432 millones, que corresponden a USD 2.631 millones por vencimientos el 31 de julio, más USD 801 millones en concepto de intereses que deberán pagarse el 1 de agosto.
FUENTE : INFOBAE