Daniel Sigaloff (64), quien durante varios años ejerció como falso psiquiatra en Río Tercero, fue condenado ayer en los Tribunales locales a tres años de prisión condicional, y deberá cumplir por un tiempo con tareas comunitarias en entidades de bien público. En un bar ubicado al frente de Tribunales, minutos después de salir del juicio abreviado al que se sometió, ya libre, aunque con condiciones, dialogó con Diario Rio Tercero .
-¿Cree que tiene que pedirles disculpas a alguien?
-Es lo que hice en el juicio, le pedí disculpas a toda la sociedad de Río Tercero. En un juicio abreviado Sigaloff reconoció los delitos
que se le imputaron con el objetivo de acortar el proceso judicial. Así lo decidió junto a sus abogados riotercerenses
Pablo Rébola y Alejandro Schulga.
Se lo juzgó por ejercicio ilegal en el arte de curar, por cuatro hechos de estafa y por falso testimonio.
La pena que le dio la Justicia tiene que ver con que no le causó un daño a la sociedad con los delitos que se le atribuyeron y porque no tenía
antecedentes. Ahora se radicará en la ciudad de Córdoba. Allí cumplirá con las tareas comunitarias y trabajará.
Sigaloff evaluó como “no conveniente” vivir en Río Tercero y por eso decidió radicarse en Córdoba, donde dijo que trabajará “para una empresa tabacalera”. En mayo del año pasado Sigaloff desapareció de Río Tercero y Tancacha, donde vivíaç con su esposa, sin dejar rastros.
Lo hizo sabiendo que iba a ser detenido por presunto ejercicio ilegal de la medicina.
Lo había denunciado Cesar Tapia, presidente de la Asociación Nuestra Señora de Luján, dedicada a recuperación de personas con alguna
adicción, institución en la que Sigaloff ofrecía tratamientos. Se libró una orden de captura provincial y luego nacional. A mediados de octubre del año pasado, fue detenido en Batán, una localidad bonaerense, cercana a Mar del Plata, donde atendía una rotisería.
Estuvo detenido 10 meses y 18 días en Bouwer, donde contó que “dentro de todo lo malo” que tiene el encierro,
tuvo muy buenas experiencias.
A los detenidos más jóvenes, por ejemplo, les daba charlas de educación sexual.
“Haré las tareas comunitarias con mucho gusto, si, en defi nitiva, es lo que hacía antes. Siempre trabajé por el bien de la comunidad, nunca tuve la intención de dañar a alguien”, comentó. Sobre sus estudios inconclusos en psiquiatría, prefiere no hablar. Sí negó que haya
ejercido como psiquiatra en países vecinos. Sigaloff está convencido de haber ayudado a muchas personas y que nunca causó “un daño real contra la salud pública”, además de creer que tiene más conocimientos sobre la profesión que ejerció ilegalmente que varios de los que tienen título habilitante para hacerlo.
Fuente : Diario Rio Tercero – Foto : 3rionoticias.com